El corazón de este sistema es por supuesto, la ECU. Este dispositivo consiste en uno o más microcomputadores responsables de la regulación del motor. Todas las gestiones realizadas por la ECU, son posibles mediante la cuantificación de parámetros tan dispares como las revoluciones, temperatura exterior, volumen y densidad del aire, temperatura del motor, velocidad, etc.; y una vez efectuada la comparación con los valores contenidos en los mapas de gestión de inyección, encendido, carga , presión, lambda, predefinidos en su memoria, consigue lograr el encendido óptimo, al igual que la mejor relación de combustible-aire inyectado, junto con el correcto cálculo de presión.
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